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Historia de Tiermas

TIERMAS

 

Aunque "Todos lo llamaban (por su nombre)"  sea una historia universal, sería injusto no dedicarle un espacio a la historia del pueblo que le dio origen: Tiermas. Con estas líneas queremos darle voz a la historia de un pueblo aún hoy desconocido para muchos.

 

El nacimiento del pueblo de Tiermas se pierde en el tiempo. Las primeras noticias que se tienen de él se remontan al siglo X, aunque todo hace suponer que ya antes de la llegada de los romanos a la península, Tiermas gozaba de una vida próspera. El manantial de aguas termales que le da nombre (Termae, Thermas) lo hizo famoso por sus efectos medicinales, y se convirtió en codiciado entre los distintos pueblos que ocuparon la zona: godos, árabes y demás.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los siglos XI y XII fueron especialmente conflictivos para Tiermas, a causa de las constantes guerras entre Aragón y sus dos principales enemigos: Navarra y los condados del sur de Francia. En estas guerras Tiermas y los poblados de sus alrededores quedaban prácticamente derruidos, pero sus bravos habitantes los volvían a reconstruir al instante. Sin embargo, en esta época, Tiermas gozó de importancia, ya que su localización estratégica le permitía ser una plaza fuerte de defensa militar.

 

 

Comenzó entonces la etapa de tranquilidad para Tiermas. El pueblo amplió su tamaño, y las aguas termales se popularizaron entre el público. A principios del siglo XX se construyó el Gran Hotel Infanta Isabel, anexo al nuevo balneario. El pueblo de Tiermas estaba en su máximo esplendor, y las fiestas y bailes se repetían en sus plazas. Eran los felices años 20, también para Tiermas.

 

 

Pero en 1924, bajo el reinado de Alfonso XIII y siendo Presidente el general Primo de Rivera, se encargó la realización de un plan hidrológico en el pueblo de Yesa, proyectando la construcción de un embalse en la zona de Tiermas. Ese plan quedó aprobado en 1932: la presa se construiría en el límite entre Navarra y Aragón, y Tiermas, así como Escó y Ruesta, serían expropiados, y sus habitantes, obligados a buscarse la vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ya en 1959, la mayoría de habitantes salen de Tiermas para dirigirse a El Bayo, pueblo aragonés fundado expresamente para acoger a los expropiados de Tiermas. Así, el pueblo quedó abandonado y en progresiva decadencia hasta el día de hoy.

 

La Asociación pro defensa de Tiermas, formada por antiguos vecinos del pueblo y sus descendientes sigue luchando por la reivindicación del pueblo. 

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